Descripción
La larga maceración de 18 días extrajo el máximo potencial de la piel de la Syrah, que madura a la perfección en este microclima. Posteriormente, durante cinco meses, el vino se estabilizó biológicamente, y, pasados los fríos del invierno, estuvo 14 meses en barricas de roble Allier, hasta conseguir la complejidad deseada. Fue embotellado a finales de su segundo invierno en nuestra bodega. Recomendamos seguir su evolución en el tiempo. Servidlo a unos 18ºC.