De burbuja delicada y persistente, hace disfrutar de una amplia gama de fruta blanca madura y de un equilibrio perfecto entre una acidez fresca y una sedosidad en boca de gran complejidad. El concepto de mineralidad alcanza su máxima expresión en este espumoso.
Marcados aromas cítricos y de manzana verde que combinan a la perfección con las primeras reminiscencias de madres finas y manzana al horno que nos ofrecen sus 18 meses de crianza. En boca es largo, fresco y con una burbuja muy integrada.
De un bonito color salmón, este espumoso tiene un marcado carácter afrutado, con recuerdos a fresas, cerezas o higos frescos, que armonizan muy bien con aromas de crianza, levaduras y pastelería.
Notamos aquí ya la complejidad de los más de 3 años de crianza que tiene este espumoso insignia de la casa. Mieles, tostados y bollería sin perder nunca la frescura de la hierba fresca o la fruta madura. En boca es seco, largo, persistente y con una burbuja muy fina e integrada.